La Facultad de Educación culmina con éxito los Practicum de sus 482 estudiantes
Tutores y alumnos destacan que el estado de alarma no les impidió continuar con sus prácticas donde hubo una implicación excepcional entre centros educativos, sociales y Universidad y el apoyo de la Dirección Provincial de Educación.
La mayoría coinciden en destacar que en un primer momento se vieron “confusos y desbordados”, sin embargo la disposición positiva de docentes y alumnos, y la coordinación de instituciones implicadas hizo posible que los Practicum de 482 estudiantes de la Facultad de Educación de la ULE culminaran con éxito este curso académico 2019/2020 en 149 centros de la provincia de León. El estado de alarma decretado en marzo situó al alumnado de Prácticum (190 de E. Primaria, 85 de E. Social y 207 Máster) en una situación de incertidumbre que rápidamente se vio solventada por la Facultad de Educación y su equipo decanal el cual agradece “la colaboración y dedicación de los tutores de los Centros educativos y sociales, de los tutores académicos de la Facultad por continuar con el desarrollo de las prácticas y por supuesto a la Dirección Provincial de Educación de León por haber atendido nuestras demandas en ese tiempo de confinamiento”, detalla Ana María de Caso, Vicedecana de Practicum de la Facultad de Educación.
Aunque no fueron unas prácticas académicas corrientes debido a la pandemia, tutores y alumnos reconocen que la experiencia “ha sido muy positiva, he podido aprender numerosas cosas relacionadas con Audición y Lenguaje sobre todo por la disponibilidad absoluta que ha tenido mi tutora”, explica Lucía Oblanca Pérez, al igual que uno de los tutores responsables de Practicum en un centro de Villaquilambre que explica cómo “volviendo la vista atrás, es evidente que el contacto personal es insustituible, sin embargo esta situación ha potenciado la creatividad, la innovación, la resiliencia y todas aquellas competencias tanto específicas como genéricas que los alumnos debían alcanzar”.
EL VALOR DE LA COORDINACIÓN
En el balance, los tutores también ponen en valor la actitud de los estudiantes “que se adaptaron a la nueva situación no presencial en un tiempo muy corto, se les creó acceso a la plataforma del Portal de Educación de la Junta de Castilla y León e incluso algunos crearon sus propios blogs para poder colgar ahí su aportación docente”, asegura uno de los docentes implicados en las prácticas, del CEIP Camino del Norte, quien además subraya que “la coordinación ha sido el eje fundamental sobre el que se han sustentado las prácticas, entre instituciones, Universidad, colegios, administración, equipos docentes y familias. Ojalá no tengamos que vivir otra situación como esta, pero si fuera así estaríamos más preparados y aprenderíamos de los errores, y uno de ellos ha sido el uso de diferentes medios telemáticos para llegar a los alumnos donde habría sido mejor una única plataforma digital”.
Precisamente esa referencia al valor que cobraron los recursos digitales ha llevado a la reflexión a los docentes pues como explica un profesora del CEIP Javier, “nuestros alumnos son ‘nativos digitales’ y han utilizado las plataformas sin problema, los tutores en cambio hemos tenido que cambiar nuestra manera de trabajar e integrar la enseñanza online”.
Esta profesora considera que después de esta experiencia “ya no hay marcha atrás, esta situación ha generado un cambio radical en la capacidad de innovación e iniciativa de tutores y alumnos, a partir de ahora creo imprescindible la combinación de la enseñanza presencial con el uso de dispositivos digitales”.
Similar reflexión hace una de las tutoras de prácticas de Educación Social, quien ha comprobado “que la Educación Social no siempre debe ser plenamente presencial, es enriquecedor combinar ambos escenarios” y recalca que el alumnado universitario “ha demostrado una capacidad de adaptación muy alta y una actitud muy positiva, ha sabido combinar la ilusión por comenzar una nueva experiencia con la frustración de que no fuesen como se habían imaginado y eso les ha llevado a tener mucha creatividad”.
No obstante, pese a que los tutores ponen en valor la combinación de ambos escenarios, algunas alumnas han echado en falta “la formación de los docentes en las TIC ya que lo considero fundamental, en mi caso mi tutora enviaba las actividades a través del blog del colegio y creo que habría estado muy bien una reunión telemática con los pequeños para que se vieran con la tutora”, explica Irene Vicente Sáez. Una situación que también comparte Ainhoa Martínez Rodríguez “porque limitó nuestra participación con el alumnado”, sin embargo “ha sido una experiencia muy positiva y una gran oportunidad para conocer el trabajo de los maestros en los Centros Educativos y poder aprender y llevar a la práctica los conocimientos adquiridos durante la carrera”.
(Fotografías: Sesiones y conferencias iniciales del Practicum y primeros talleres del alumnado con tutores)