Un proyecto liderado por la Universidad de León mejorará la gestión de residuos en Granada.
Consiste en el desarrollo de una planta modular para el tratamiento de los residuos de Mercagranada.
Un equipo de investigadores de la Universidad de León (ULE), coordinado por el profesor Antonio Morán Palao, ha desarrollado el proyecto PLAMGAS, que consiste en el diseño y puesta en marcha en Granada de una planta modular para el tratamiento de residuos de mercado y asimilables. La iniciativa ha sido financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad dentro del programa INNPACTO, con la ayuda de fondos FEDER, y su realización ha corrido a cargo del Grupo de Ingeniería Química Ambiental y de Procesos la ULE, dos empresas (“Biomasa del Guadalquivir”, encargada de la logística de residuos y su tratamiento, y “Bioenergía y Desarrollo Tecnológico”), con el apoyo de Mercagranada, ya que se ha experimentado con los residuos producidos por esta entidad.
La realización del proyecto supone un desarrollo sustancial de las tecnologías relacionadas con el tratamiento de residuos en fase sólida, así como de la evaluación y verificación de la rentabilidad, en términos socioeconómicos y medioambientales, que se derive de los avances tecnológicos conseguidos. En opinión de Antonio Morán, “Su carácter innovador reside tanto en la mejora de los procesos de tratamiento, como en la valorización de los propios residuos, que persiguen la eficiencia y la autonomía de los procesos desde el punto de vista energético”.
Durante el primer año, en el 2012, se llevaron a cabo trabajos en reactores pequeños de laboratorio, para pasar después a reactores semi-piloto, todo ello en las instalaciones de la ULE. En el 2013 se realizaron los primeros trabajos experimentales en la planta piloto situada en los terrenos dispuestos por la empresa “Biomasa del Guadalquivir”, en la provincia de Granada.
Recientemente se llevó a cabo una reunión de coordinación en Granada, en la que los socios mostraron su optimismo con los resultados obtenidos, al tiempo que se ajustaron los parámetros de funcionamiento para las próximas pruebas de la planta piloto.
Las realizadas hasta ahora, con cargas de residuos de 10 a 20 toneladas, han obtenido unos productos digeridos (estabilizados) que pueden ser utilizados en agricultura, además de una producción de biogás cercanas a las obtenidas en condiciones ideales de laboratorio, lo que confirma el éxito de los nuevos procesos de gestión de residuos.