El taller ‘Viaje a la empatía’ permite a 150 estudiantes sentir cómo se vive con discapacidad y dolor

  • Con motivo del Día de la Discapacidad el 3 de diciembre, la asociación Activos y Felices llevó a la facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte su simulador de edad
  • Para el decano de la facultad es “muy interesante que los estudiantes tengan la posibilidad de vivir, de manera inmersiva, cómo se sienten y lo que experimentan para ajustar el trabajo que diseñan”

León, 2 de diciembre de 2024.  Caminar con 25 kilos de más, rigidez en las articulaciones y peso en manos y pies, ver reducido el campo visual, escuchar con dificultad, pinchos que se clavan en la espalda al moverse o temblor y dolor en las manos, son algunas de las limitaciones y dolencias que forman parte del día a día de muchas personas con discapacidad y que, por unos minutos, han probado estudiantes y profesores de la facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de León, gracias a un traje simulador de edad. Forma parte del taller ‘Viaje a la empatía’ que, con motivo de la celebración el 3 de diciembre del Día internacional de la Discapacidad, ha impartido la asociación Activos y Felices para 150 estudiantes y profesores de las asignaturas ‘Actividad Física y Calidad de Vida’ y ‘Actividad Física Adaptada’.

El decano de la facultad, Juan Carlos Morante Rábago, calificó el taller como una “experiencia muy valiosa para los estudiantes” que pueden “vivenciar, de manera práctica, las limitaciones y las dificultades que tienen las personas mayores en su vida cotidiana”. En la facultad, explicó Morante Rábago, se forman los futuros educadores físico-deportivos que se encargarán de programar y diseñar ejercicios para personas con discapacidad o peronas mayores y, por tanto, es “muy interesante que nuestros estudiantes tengan la posibilidad de vivir de manera inmersiva realmente cómo se sienten y lo que experimentan estas personas para ajustar el trabajo que diseñan”. En este mismo sentido, los dos profesores promotores de la actividad, Belén Carballo y David Suárez, destacaron la importancia de este taller para los futuros egresados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte porque con él pueden “no solo trabajar la empatía”, sino también conocer “un ámbito de trabajo en el que tienen mucho que hacer”.

Por su parte, la presidenta de la asociación Activos y Felices, Belén Arén, ha explicado que se trata de un taller con el que han “querido ir más allá” y que “los alumnos trabajen la empatía, que aprendan a gestionar las emociones y sepan cómo nos sentimos las personas con discapacidad”, con él pueden comprobar cómo se vive con Párkinson, qué es el dolor crónico o las dificultades emocionales. Además, en los cuatro talleres han conocido varias “historias de éxito de personas con discapacidad, una con dolor crónico, otra persona con Parkinson y otra persona con una discapacidad psíquica” con el objetivo de que los estudiantes también “puedan ver que, con ayuda, con su ayuda, las personas con limitaciones y las personas con discapacidad podemos llevar una vida realmente muy normal”.

NACHO, UNA VIDA CON PÁRKINSON

Una de las historias que conocieron los 150 estudiantes de FCAFD fue la de Nacho, enfermo de Párkinson, que les explicó que esta enfermedad no sólo conlleva temblores, sino que afecta a todas las partes del cuerpo, como la vista y provoca también rigidez. En su caso él tuvo síntomas diez años antes de que se la detectaran, cuando conoció el diagnóstico, se sintió aliviado por saber qué es lo que tenía tras varios años de peregrinaje por varios especialistas. Les explicó el estigma social y lo ejemplificó con un amigo suyo al que echaron de un bar porque pensaban que estaba borracho y destacó la importancia de la actividad física en esta enfermedad degenerativa, “que hay que aceptar y no quedarse en casa sin moverse porque si no, te atrofias más”.

CUESTIONARIO DE ESTEREOTIPOS NEGATIVOS HACIA LA VEJEZ

Los 150 estudiantes que pasaron por alguno de los cuatro talleres rellenaron un cuestionario anónimo con el que conocer los estereotipos que van ligados a la vejez y que les planteaba 15 cuestiones como si las personas mayores a partir de los 65 años tienen un considerable deterioro de memoria,  si tienen menor interés por el sexo, si se comportan como niños o si son capaces, a partir de los 65, de realizar un trabajo tan bien como lo haría otra persona más joven. A todas ellas tenían que responder utilizando una escala de cuatro posibilidades: desde muy en desacuerdo hasta muy de acuerdo.